Recapitulación (5)

Leo apretó los puños bajo las sábanas, su mandíbula tensándose mientras las palabras de Fan resonaban dentro de su cráneo.

Lo odiaba.

Odiaba ser forzado a tomar decisiones que nunca quiso hacer, empujado a rincones a los que nunca entró voluntariamente.

Cada parte de él quería gritar, rechazar la lógica retorcida que ella le estaba alimentando, pero en el fondo... sabía que no había salida.

El Culto tenía a su familia, y Leo no era lo suficientemente fuerte para salvarlos por sí mismo todavía.

Lo tenían agarrado por los huevos, y no tenía más opción que cooperar.

—Puede que no sepas nada sobre la profecía. Puede que no entiendas el título del Dragón —dijo Fan, con voz tranquila pero firme—, pero el destino ya ha comenzado a tejerse a tu alrededor.

Leo apartó la mirada, su corazón latiendo con rabia silenciosa, pero Fan continuó antes de que pudiera hablar.