(Planeta Colmillo Gemelo — Día 3 de Entrenamiento del Códice)
Dos días pasaron rápidamente desde que Leo se había vinculado por primera vez con el [Códice de la Revelación Séptuple], y ni una sola vez durante ese lapso logró detectar siquiera un destello de lo que el manual prometía.
Ya fuera alegría, culpa, hostilidad o afecto, nada en su entorno brillaba con color, y ninguna capa de verdad oculta se revelaba a través de sus ojos.
Aun así, no se detuvo.
Continuó acumulando maná detrás de sus retinas desde el momento en que despertaba hasta la hora en que regresaba a la cama, ya que cada segundo que estaba despierto, intentaba comprender los secretos del universo.
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En el tercer día, mientras se dirigía hacia la puerta de su apartamento para comenzar otro largo paseo por la ciudad, se detuvo abruptamente cuando su pie rozó una hoja de pergamino doblada que descansaba silenciosamente en el suelo.