Un breve respiro

(Mundo de Tiempo Detenido, 70 Kilómetros desde el Punto de Entrada, Campamento Temporal)

Después de sobrevivir al encuentro con el hombre-bestia, el equipo continuó su viaje por unos kilómetros más, avanzando en un silencio cauteloso, antes de finalmente alcanzar su punto de descanso predeterminado tras casi ocho horas de caminata ininterrumpida.

No montaron tiendas, ni encendieron fuego cuando finalmente llegó el momento de acampar, ya que todos sabían que encender una llama en este mundo equivalía a pintarse una diana en la espalda, así que en su lugar, encontraron una hondonada natural entre dos crestas y se sentaron en un círculo suelto, descansando por primera vez desde la pelea.

El silencio en el aire solo era interrumpido por los suaves tintineos de armaduras siendo ajustadas y armas siendo dejadas a un lado, mientras el equipo se quitaba las protecciones de las espinillas y las botas, dejando que sus pies respiraran en un momento de rara comodidad.