(Mundo Detenido en el Tiempo, 49 Kilómetros desde la Entrada del Bosque, Equipo de Leo, Día 4)
Comenzó un par de horas después de que Patricia encendiera el fuego.
Durante un tiempo—dos horas, para ser exactos, parecía que su pequeño acto había pasado desapercibido.
Como si tal vez, solo tal vez, las advertencias habían sido exageradas, y al bosque no le importaba un destello de llama que ardió por menos de quince segundos.
Sin embargo, esa ilusión se hizo añicos cuando, sin previo aviso, una araña de madera cayó de las copas de los árboles como una maldición.
THUD
Un ruido agudo vino desde arriba, como el chasquido de una rama— solo que más pesado, y por instinto, Patricia miró hacia arriba.
«¿Qué demonios?», se preguntó, mientras observaba el vientre de una bestia de seis tentáculos caer sobre ella.
Quería evadirla, sin embargo, ya era demasiado tarde, ya que para cuando notó su descenso, ya estaba en el suelo frente a ella.