Capítulo 83: No Puede Estar Sin un Hombre

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Justo cuando los subordinados balanceaban sus puños, Zhang Hao rápidamente identificó su debilidad fatal.

Tomó menos de medio minuto para que esos hombres estuvieran en el suelo, gimiendo de dolor.

En este punto, los únicos dos que quedaban de pie eran Zhang Hao y Lin Zhen. Lin Zhen vio a sus propios lacayos fácilmente derribados por Zhang Hao,

y obviamente sintió cierta inquietud.

—¿Qué les hiciste?

Zhang Hao miró a las personas en el suelo.

—No se sienten bien, probablemente porque no han descansado en un tiempo. Apenas los toqué, y querían dormir.

La situación ciertamente no era tan simple como Zhang Hao describía. Lin Zhen miró alrededor y de repente notó varios palos de madera no muy lejos.

Estos palos eran casi tan gruesos como bates de béisbol. Lin Zhen corrió rápidamente, recogió dos y los sostuvo en sus manos.

Los balanceó con fuerza en el aire. Un sonido silbante llenó sus oídos.

—No te acerques más, si lo haces, este palo no mostrará ninguna misericordia.