—Hermano Afei, sé que la responsabilidad no es mía en absoluto. Pero... —He Lingxiu levantó la cabeza y miró con cariño a Ling Zhenfei. Sin embargo, en lo profundo de sus ojos, brillaba una cierta emoción indescriptible.
He Lingxiu era una chica de carácter tenaz, inteligente y de voluntad fuerte, con un intenso deseo de superarse.
Su propósito al seguir a Ling Zhenfei en su práctica médica, y al abrir esta pequeña clínica en el campo, era realmente ayudar a los aldeanos con sus dificultades para recibir tratamiento médico.
Pero lo más importante, sabía que Ling Zhenfei era un joven muy destacado. Le gustaba y sabía que él también la quería, pero se repetía a sí misma que tenía que mantener su ritmo para ser digna de él.
Y por este objetivo, había estado esforzándose sin descanso.