Abigail se levantó de la cama con una extraña sensación de intriga. No sabía qué hacer con esos sentimientos nuevos, pero algo dentro de ella le decía que debía explorarlos. Quizá, solo quizá... quería conocer mejor a Hyunjin.
Fue al baño y se arregló con esmero. Eligió un conjunto elegante y sofisticado: pantalón negro ajustado que resaltaba sus largas piernas tonificadas, suéter de cuello alto gris que definía su figura, y una gabardina negra que le daba un toque de misterio. Su cabello oscuro caía liso sobre sus hombros, enmarcando su rostro ovalado. Sus ojos color miel brillaban con una calidez hipnótica, y sus labios rojos, apenas pintados, destacaban en su piel pálida.
Se miró al espejo, satisfecha con su reflejo. Se sentía segura, elegante, lista para lo que el día le tuviera preparado.
Al llegar a JYP Entertainment, subió al piso ejecutivo y entró en su oficina. Apenas se sentó tras el escritorio, escuchó un golpe en la puerta.
—Adelante —dijo.
Bang Chan entró con una sonrisa.
—Hola, Abigail. ¿Cómo va todo?
—Hola, Chan. Bastante bien, gracias. ¿Y tú? ¿Qué te trae por aquí?
—Solo quería saludarte y ver cómo te va en tu nuevo rol como accionista. ¿Necesitas algo?
—Todo bajo control por ahora, estoy revisando algunos informes antes de la próxima reunión.
—Perfecto. Ya sabes que puedes contar conmigo si necesitas algo.
Abigail asintió, pero con una mirada rápida añadió:
—En realidad, sí. Quería hablar con Han sobre un proyecto que tengo en mente. ¿Está libre?
—Sí, creo que está en el estudio. ¿Quieres que lo llame?
—Por favor.
Poco después, Han entró a la oficina con el ceño ligeramente fruncido.
—¿Hola? Bang Chan me dijo que querías hablar conmigo.
—Sí, gracias por venir —dijo Abigail, indicándole una silla—. Estoy desarrollando un nuevo proyecto y pensé que podrías aportar ideas interesantes.
Han se sentó, todavía un poco confundido.
—¿Qué clase de proyecto?
—Tengo en mente un nuevo concepto de contenido para Stray Kids —dijo ella con una sonrisa astuta—. De hecho, me gustaría que grabaras una canción con Lee Know.
Han levantó una ceja, curioso.
—¿Una canción con Lee Know? ¿Por qué?
—Creo que sería una gran oportunidad para que ambos muestren otra faceta... y tal vez se conozcan mejor —respondió, divertida.
—¿"Conocernos mejor"? —repitió Han, sonriendo con picardía—. ¿Qué estás insinuando?
—Nada en especial —respondió ella con falsa inocencia—. Solo creo que podría surgir algo interesante. ¿Te animas?
Han se rió.
—Está bien, acepto. Pero no prometo nada.
—Perfecto —dijo Abigail—. Hablaré con Lee Know para organizarlo.
Han se inclinó, curioso.
—¿Y él está de acuerdo? ¿Fue idea suya?
—Ay, Han, eres un misterio. ¿Quieres saber si está emocionado por grabar contigo porque admira tu voz… o porque le gustas?
Han se sonrojó, riendo.
—¡Abi! No empieces.
—Vamos, Han —dijo ella, divertida—. ¿Te interesa saberlo solo por la música?
—Sí. Solo por eso —dijo, sin mucha convicción.
Abigail arqueó una ceja, con una sonrisa.
—Claro... Bueno, investigaré y te aviso.
—Por cierto —dijo Han, con una sonrisa pícara—, ¿tú estás emocionada de ver a Hyunjin por su talento… o por él?
Abigail se echó a reír, sorprendida.
—¡Han, eres terrible!
—Dime, ¿qué pasa entre tú y Hyunjin?
—Nada que debas saber. Pero ya que estamos, dime tú: ¿te gusta más el baile de Lee Know… o sus ojos?
Han soltó una carcajada.
—Ambos, pero sus ojos son impresionantes.
—Entonces es oficial. Estás enamorado —dijo Abigail entre risas—. Aunque te advierto, Lee Know es un poco tímido.
—¿Y Hyunjin? ¿También es tímido contigo?
Ella se sonrojó levemente y jugó con su cabello.
—No te diré nada. Pero dime tú, ¿quieres una cita a ciegas… o una sesión de grabación a ciegas?
—¡Eres imposible! Pero sí, haz que pase.
En ese momento, Hyunjin entró.
—¿Qué está pasando aquí? —preguntó con una sonrisa.
—¡Hyunjin! Justo hablábamos de un proyecto —dijo Abigail.
—Sí —añadió Han—. Abigail quiere que grabe con Lee Know.
Hyunjin miró a Abigail, curioso.
—¿Y por qué estás tan emocionada?
—Solo creo que podrían crear algo especial —respondió ella, con una sonrisa inocente.
—Ajá… algo me dice que hay más detrás —dijo él, con una sonrisa traviesa.
—¿Quieres la verdad? —dijo Abigail—. Solo quiero ver si pueden hacer más que música.
Han se rió.
—Sí, tiene un plan secreto para enamorar a Lee Know de mí.
—¡Han! —protestó Abigail, riendo—. Hyunjin, ¿no crees que harían buena pareja musical?
—¿Acaso estás jugando a la casamentera?
—Solo un poco —respondió Abigail, guiñándole un ojo.
En ese momento, Lee Know entró. El ambiente cambió de inmediato. Han se tensó, Abigail también.
—¿Qué pasa aquí? —preguntó Lee Know con tono serio.
—Estamos... hablando de un proyecto —dijo Han, torpemente.
—Una colaboración —aclaró Abigail—. Queríamos saber si te interesa.
Lee Know los miró con desconfianza.
—¿Qué tipo de colaboración?
—Una revolución musical —bromeó Abigail—. Conquistar el mundo con música y baile.
Lee Know alzó una ceja.
—¿Y yo sería…?
—Tu papel es esencial. Serás el segundo al mando, con acceso a todos los snacks del estudio.
—Hmm... tentador. ¿Y Hyunjin?
—Él sería el cerebro... o el que da órdenes y luego se va a dormir —dijo ella, riendo.
—¡No es cierto! —dijo Hyunjin, entre risas—. Estoy trabajando en un proyecto muy especial.
—¿Qué clase de proyecto? —preguntó Lee Know, curioso.
—Una canción inspirada en alguien —respondió Hyunjin, bajando la voz.
—¿Alguien que conocemos?
—No estoy seguro… solo sé que me inspira.
Abigail lo miró, tratando de esconder su sorpresa. Sonrió.
—¿Será un éxito?
—Eso espero. Estoy poniendo todo mi corazón en ella.
—Siempre has sido un genio con la música —dijo Abigail con una sonrisa tenue.
Hyunjin bajó la mirada, ruborizado.
—Gracias, Abigail.
Ella sonrió de nuevo, pero en sus ojos brilló una chispa de tristeza.
—Seguro esa chica se sentirá muy halagada cuando la escuche.
—Eso espero —dijo él sin notar su tono.
Abigail rió, pero no con la misma energía de antes.
—Tienes talento… y parece que también sabes conquistar corazones.
Todos rieron, pero mientras se dirigían al estudio, Abigail se quedó atrás. Observó a sus amigos alejarse, riendo entre ellos, y un nudo se formó en su pecho.
No entendía por qué sentía ese vacío. ¿Por qué le importaba tanto esa canción? ¿Por qué le dolía pensar que Hyunjin estaba inspirado por alguien más?
Suspiró y se obligó a caminar. Era hora de seguir actuando como si nada importara.
Abigail estaba a punto de entrar al estudio cuando su celular vibró. Lo sacó del bolsillo y vio el nombre de Seungmin. Contestó al instante.
—¿Qué pasa?
—Tienes que venir —dijo Seungmin, directo y con tono grave—. Hubo una pelea en el desierto, demonios y ángeles. Cuando llegamos, ya todo había terminado... pero encontramos algo.
Abigail frunció el ceño.
—¿Qué cosa?
—Una hoja —intervino Felix al fondo, su voz apagada, inusualmente seria—. Estaba casi enterrada bajo la arena, pero no es común. Tiene símbolos extraños... y menciona una profecía.
El corazón de Abigail dio un vuelco.
—¿Están seguros?
—Es lo único que quedó del enfrentamiento. No hay cuerpos. No hay armas. Solo esa hoja —dijo Seungmin—. Y no sabemos por qué, pero nos da mala espina.
Felix añadió, en un susurro:
—Abby... creemos que puede tener que ver contigo.
Abigail guardó silencio por un segundo. Luego respondió con firmeza:
—Voy para allá.
Colgó, guardó el teléfono y se quedó unos segundos quieta frente a la puerta del estudio. Su mente iba a mil por hora. Algo estaba cambiando, moviéndose bajo la superficie. Una profecía, una hoja olvidada en medio del desierto... y su nombre posiblemente vinculado a todo.
Se dio la vuelta y caminó con paso firme en dirección contraria.
Fuera lo que fuera lo que decía esa hoja, estaba lista para enfrentarlo.