Capítulo 2: El bosque susurra

Kai seguía a Lira a través del denso follaje del Bosque Sombrío, con la espada de hierro golpeando ligeramente contra su muslo a cada paso. El peso del arma era un recordatorio constante de lo que había sucedido: la muerte del lobo alfa, la pantalla flotante, el poder extraño que había brotado de sus manos. La pantalla, que ahora parecía adherirse a su visión periférica como un compañero indeseado, mostraba el progreso de su misión secundaria:

Escapa del Bosque Sombrío con Lira.

Tiempo restante: 23:45. Salud: 100/100.

El temporizador lo ponía nervioso; cada tic lo acercaba a un peligro que aún no comprendía del todo.

Lira avanzaba con pasos seguros, su arco descansando en una mano mientras usaba la otra para apartar ramas bajas. Su capucha oscilaba con el movimiento, y de vez en cuando giraba la cabeza para asegurarse de que Kai la seguía. "Mantén el ritmo", dijo sin mirarlo, su voz cortante como el filo de una hoja. "Si te quedas atrás, no voy a arriesgarme por ti."

Kai asintió, aunque ella no podía verlo. Sus pulmones ardían por el esfuerzo; no estaba acostumbrado a caminar tanto, mucho menos en un terreno irregular cubierto de raíces y piedras sueltas.

"Oye, Lira", jadeó, tropezando con una raíz oculta, "si este... Código es tan peligroso, ¿por qué me ayudaste con el lobo?"

Ella se detuvo, girándose con una expresión que mezclaba irritación y curiosidad. "Porque no me gusta ver a alguien morir sin pelear", respondió, cruzándose de brazos. "Además, pensé que eras otro de esos fanáticos del culto. Pero si eres un Elegido nuevo, tal vez puedas ser útil. Siempre y cuando no seas un inútil total." Sus ojos se entrecerraron, evaluándolo. "Ese Golpe Ígneo... no es una habilidad común. ¿Cómo lo activaste?"

Kai se rascó la nuca, incómodo.

"No lo sé. La pantalla dijo que lo hiciera con intención, y... simplemente pasó. Fue como si supiera qué hacer." Miró la espada en su mano, aún brillando débilmente con restos del poder mágico. "Nunca había hecho algo así antes."

Lira resopló. "Intención, ¿eh? El Código es caprichoso. A veces te da herramientas, a veces te las quita. Mi hermano..." Se detuvo, su voz quebrándose por un instante antes de endurecerse de nuevo. "Da igual. Sigamos moviéndonos. El Bosque Sombrío no es un lugar para charlas."

Kai quiso preguntar más, pero el tono de Lira lo disuadió. Guardó silencio y la siguió, con la pantalla parpadeando a su lado. Mientras caminaban, notó algo nuevo: un pequeño icono en la esquina inferior, un saco que parecía un inventario. Lo tocó mentalmente, y la pantalla se expandió, mostrando:

Inventario:

Cuchillo Oxidado (Común): Daño 5. Usado.

Espada de Hierro (Común): Daño 10. Nuevo.

Espacio disponible: 18/20.

"Genial, ahora soy un personaje de juego", murmuró Kai, fascinado a pesar del miedo. Cerró el inventario y se concentró en seguir a Lira, pero el bosque parecía vivo a su alrededor. Los árboles susurraban con el viento, y de vez en cuando, sombras rápidas cruzaban entre los troncos. Su instinto le decía que no estaban solos.

De repente, un crujido fuerte rompió el silencio. Lira alzó una mano, deteniéndose en seco. "Agáchate", susurró, y Kai obedeció, cayendo detrás de un arbusto. Desde su escondite, vio movimiento: tres figuras humanoides emergieron de la penumbra. Eran goblins, bajos y encorvados, con piel verde y dientes afilados. Llevaban armas rudimentarias —mazas y cuchillos— y olfateaban el aire como perros de caza.

La pantalla de Kai se actualizó:

Encuentro hostil detectado. Goblins (Nivel 2) x3.Opciones:

1. Luchar (Riesgo: 30% de daño).

2. Escabullirse (Riesgo: 20% de detección).

3. Huir (Riesgo: 50% de persecución).

Lira lo miró, sus ojos pidiéndole una decisión silenciosa. Kai tragó saliva. Luchar parecía arriesgado, pero huir podría llevarlos a un terreno peor. "Intentemos escabullirnos", susurró, y Lira asintió, moviéndose lentamente hacia un lado. Kai la imitó, conteniendo el aliento mientras los goblins se acercaban. El corazón le latía tan fuerte que temía que lo delataran.

Estaban a punto de salir del alcance cuando uno de los goblins giró la cabeza y lo vio. Un chillido agudo escapó de su garganta, y los tres cargaron hacia ellos. "¡Maldición!" gritó Lira, levantando el arco. Disparó una flecha que atravesó el cráneo de un goblin, haciéndolo caer instantáneamente.

Kai no tuvo tiempo de pensar. La pantalla parpadeó:

Combate iniciado. Activa una habilidad o ataca manualmente.

Recordando el Golpe Ígneo, Kai cerró los ojos y se enfocó, imaginando la espada ardiendo. La arma se encendió con llamas rojizas, y él se lanzó hacia el goblin más cercano. El impacto fue sólido, el fuego consumiendo la carne verde mientras el monstruo caía con un grito ahogado. La pantalla se actualizó:

Golpe Ígneo (Nivel 1) activado.

Daño: 15.

Goblin eliminado.

EXP ganada: 30.

El tercer goblin atacó, su maza golpeando el hombro de Kai con un crujido doloroso. El impacto lo hizo tambalearse, y un ardor intenso se extendió por su brazo. La pantalla mostró:

Salud: 85/100

Kai gritó, pero Lira disparó otra flecha, aunque el goblin la esquivó y se abalanzó de nuevo. En un acto desesperado, Kai levantó la espada y bloqueó el golpe, el metal chocando con un clangor resonante.

"¡Usa tu cabeza, no solo tu espada!" gritó Lira, corriendo hacia él. Sacó un cuchillo corto y apuñaló al goblin por la espalda, terminando con él. El cuerpo se disolvió en luz, y la pantalla parpadeó:

Combate terminado.

EXP total: 90

Nivel alcanzado: 3

Puntos de estadísticas disponibles: 10

Kai cayó de rodillas, jadeando. El dolor en su hombro era intenso, pero la adrenalina lo mantenía consciente. Lira lo ayudó a levantarse, mirándolo con una mezcla de asombro y frustración. "No estás muerto, así que supongo que sirves para algo. Pero necesitas aprender a pelear de verdad."

Kai asintió, aún temblando. Abrió la pantalla de estadísticas y vio los puntos disponibles. "Tengo que distribuir estos puntos", dijo, más para sí mismo que para ella. "¿Qué sugieres?"

Lira frunció el ceño. "Sube lo que necesites. Fuerza para golpear más fuerte, Agilidad para moverte rápido, Inteligencia para magia si el Código te la da. Elige bien; no puedes cambiarlo después de un nivel." Kai pensó un momento. El encuentro con el goblin había mostrado su debilidad física, así que asignó 5 puntos a Fuerza, 3 a Agilidad, y 2 a Resistencia. La pantalla se actualizó:

Estadísticas actualizadas:

Fuerza: 15

Agilidad: 15

Inteligencia: 15

Carisma: 8

Resistencia: 12

Suerte: 5

Sintió un cosquilleo en el cuerpo, como si sus músculos se fortalecieran ligeramente. "Interesante", murmuró. Lira lo miró con una ceja alzada. "No te emociones demasiado. Esto es solo el comienzo."

Mientras reanudaban la marcha, el bosque parecía más hostil. Los susurros de los árboles se intensificaron, y Kai juró ver figuras moviéndose entre las sombras. La pantalla mostró una nueva notificación:

Misión secundaria completada: Escapa del Bosque Sombrío con Lira.

Recompensa: 50 EXP, Relación mejorada con Lira.

Relación con Lira: Neutral (+10)

Nueva misión principal desbloqueada: Encuentra la Aldea de Lirien antes de 48 horas.

Recompensa: 200 EXP, Mapa del Bosque. Castigo: Pérdida de 2 niveles.

"Hay una nueva misión", dijo Kai, describiendo lo que veía: encontrar la Aldea de Lirien en 48 horas. Lira asintió, su expresión endureciéndose. "Lirien es un refugio para los que huyen del culto. Si llegamos, tal vez encuentres respuestas. Pero el camino está lleno de trampas y bestias. Y el culto no se quedará quieto si saben que hay un Elegido nuevo."

Kai miró el bosque oscuro, el dolor en su hombro recordándole lo vulnerable que era. El Código lo había arrastrado a este mundo, le había dado poder y peligro en igual medida. No sabía si quería respuestas o simplemente sobrevivir, pero una cosa era clara: su vida ya no le pertenecía. Apretó la espada y siguió a Lira, con el susurro del bosque como un eco de los desafíos que aún lo esperaban.