Capítulo 1 - Nueva vida

Si tuvieras la oportunidad de regresar en el tiempo o de renacer, ¿harías las cosas diferentes? Por supuesto, sería la respuesta más obvia, pero si estuvieras en un mundo desconocido o en algún lugar en el cual no entiendas nada, ¿Que harías? Eso me preguntó yo ahora mismo.

Han pasado 4 meses desde que llegué a este mundo, ya sea por obra de algún ser lo bastante poderoso para llevar un alma de un lugar a otro, por suerte o simplemente por un error en el universo. Quien sabe.

De todas formas, mis "padres", en el poco tiempo que he estado con ellos, me parecen un par bastante raro. Mi padre, por un lado, es un hombre robusto, de tez morena clara, con un corte de cabello un tanto extraño y, como lo pensaba, bastante infantil. Pero lo que más me sorprendió es lo inteligente que puede llegar a ser en ciertas situaciones, por más absurdas que sean. Por otro lado, mi madre, Elisa, es una mujer de aspecto joven, con un tono de piel más claro que el de mi padre, bastante bella, si tengo que decirlo, carismática, pero al contrario de Albert, ella es más seria y dedicada a cualquier tarea o actividad que esté haciendo. No digo que Albert no se concentre o no le importe, pero suele desviarse un poco de vez en cuando, como cuando estaban decidiendo mi nombre.

Mi madre ya tenía unos cuantos en mente, pero mi padre no paraba de decir nombres bastante extraños. Elisa quería llamarme Sebastián, Alan, Lucas, mientras que mi padre quería ponerme algo como Zeus, Hércules o un nombre bastante loco, a mi parecer. Al final, los dos, aunque más por la insistencia, seriedad y la cara asustada de mi padre cuando mi madre lo miraba, decidieron que mi nombre sería Kael.

Kael Drakewill, un nombre que suena bastante a un personaje principal que será el poseedor de un poder inmenso y será la última esperanza de un mundo en ruinas, o algo así.

Este último mes hemos estado en una rutina un tanto interesante para mí, más que nada porque los primeros 3 meses de mi vida estuve encerrado en casa, solo comiendo, haciendo mis necesidades y durmiendo, como cualquier bebé haría. Ahora salimos de paseo de vez en cuando, ya sea para el trabajo de padre o, simplemente para reabastecer nuestro hogar de comida o cualquier otra necesidad.

Lo que yo más espero al salir es el momento en el cual pasamos por la pequeña escuela del pueblo en el que vivimos, Arishtar.

La escuela, por la información que he podido y tratado de recopilar, se trata de un jardín de niños. Mis padres han notado que a veces miro hacia ella y, aunque mi padre aún parece no saber que un bebé no puede hablar o tal vez siquiera entender lo que dice, me habló sobre que esta pequeña escuela sirve no solo para aprender lo básico, sino que también los introducen un poco al mundo de los "Lazos". He visto a los niños y sus profesores con unos cuantos animales, como perros, gatos, aves o peces pequeños, tal vez como una muestra de los tantos tipos de seres con los que se puede formar una relación. Bueno, eso sonó raro.

El lugar de donde venía no era muy diferente de este. Había animales, ciudades, grandes ciudades y todo tipo de actividades que hacer día a día. La única diferencia eran estos lazos y la falta de avance tecnológico en comparación con mi otro mundo, pero ese retraso se compensaba con el poder y superioridad que ofrecen las criaturas de este lugar. Yo era un hombre bastante normal; mi antiguo nombre era Liam,vivía solo en Estados Unidos, en Chicago para ser exactos.

Tenía un trabajo de oficina cualquiera y, sobre todo, mi vida era bastante... aburrida, sin sentido. No digo que fuera mala; de hecho, era bastante buena en ciertos momentos, pero, como decía, era aburrida, ya que carecía de una meta o un objetivo que conseguir.

Todos los días eran lo mismo: despertar, trabajar, realizar alguna actividad... o no, y a dormir. De más joven, tenía, como cualquier otro, más energía y tiempo. Recuerdo que incluso tomé clases de baile y practique Kendo en un viaje a Japón cuando quise vivir como protagonista de un anime. Viéndolo ahora, creo que sí era bastante buena y tediosa a la vez. -Levanté la cabeza hacia el infinito y azul cielo frente a mí- Ya sea por algún error mágico o algo más, solo espero que esta vida no sea como la anterior. No, yo prometo a quien sea, si es que hay alguien ahí, que seré mejor y me superaré a mí mismo para no vivir de una forma mediocre de la cual me enojaré y tendré remordimientos cuando sea un viejo. -Levanté mi pequeño puño en el aire al hacer esta promesa-.