Capitulo 5 - Potencial

—Punto de vista de Kael Drakewill—

—Hola, maestro Aleph, es un gusto conocerlo. Mi nombre es Kael Drakewill y tengo 3 años.

Respondí lo mejor que se me ocurrió, ya que nunca me enseñaron cómo hacerlo, como mi padre me dijo. Pero ya tenía una idea de que hacer.

—Qué muchachito más educado. Como ya habrás escuchado, soy el maestro-portador Aleph Arknite. Mi presencia el día de hoy se debe a ti; espero que tus padres te hubieran contado el porqué.

—¡Claro! Ellos me dijeron que vendrías a medir mi potencial o algo así. Dijeron que eras una persona muy importante y que, además, sería un honor conocer a alguien como usted.

—Jaja, gracias, me halagan, pero no es para tanto. Soy un sirviente y ciudadano más del imperio, como ustedes. Pero ya está bien de rodeos. Veamos si valió la pena el viaje hasta aquí; si no, tus padres tendrán que ponerte a trabajar, aunque seas un niño todavía, para pagar, jeje.

Tal vez el maestro vio mi expresión ensombrecerse al escuchar lo que dijo, así que solo se rió un poco después.

—Jajaja, es broma, pequeño. Estos trabajos son de los favoritos de los de nuestra facción.

—Podemos conectarnos con las personas sin importar quiénes sean, además de no ser de forma permanente.

—Sabes, cada persona es un mundo diferente; no existe alguien igual a otro, o eso es lo que yo pienso. ¿Por qué digo esto? Eso es porque, como dije antes, es nuestro trabajo favorito por cómo podemos explorar y conocer más el comportamiento, instinto y emociones, además de la forma del alma y cuerpo humanos. Para ellos es una evaluación, pero para nosotros es más que eso; es una forma de vida. Damos esperanza a la gente.

—Un niño como tú puede ser un portador; tú ayudarías a desarrollar y salvaguardar algún imperio, el mundo si vamos más allá. Eso suena a un sueño, ¿no lo crees?

Me sentí motivado y emocionado por todo lo que había dicho, pero no dije nada; solo asentí y seguí escuchándolo atentamente.

—Pero así como se la damos, también podemos llegar a quitarla. Eso es lo que pasa cuando, en el raro caso de que una persona no tenga la energía etérea suficiente para poder soportar la conexión y el poder que conlleva enlazarse con una criatura. Es una devastadora noticia no solo para el evaluador, sino también para su familia. Es común ver a gente como ellos ser denigrados o tratados injustamente. Este tipo de suceso pasa en una proporción de uno entre cada diez mil personas, y como dije antes, esto afecta a la familia de la persona incompatible porque no importa si tu padre o algún relativo es por ejemplo: un portador doble de categoría 4 o incluso el mismo rey. Ese tipo de gente se la pasa insultando y humillando a aquellas pobres personas, para ellos, como mencioné, no importan tus relativos. Incluso pensarán que, al ser descendientes directos de ellos, el problema empieza por el padre o la madre; son la falla original, y es por eso que el estatus no importa.

El maestro se quedó parado sin decir o hacer algo un par de segundos. Después se aclaró la garganta y continuó.

—Bueno, no estamos aquí para que te cuente la historia de los Lazos o algo por el estilo, ¿no crees? Pasemos al tema principal de mi visita. Empecemos por el principio: quítate cualquier prenda de la cadera para arriba, por favor.

—...

Me pareció raro, pero seguí sus instrucciones sin quejarme. Me quité la única camiseta que traía puesta y esperé.

—Bien, ahora quiero que cierres los ojos y me muestres la espalda. También levanta el brazo que prefieras hasta la altura del hombro.

Hice lo que me dijo, esperé otro momento y entonces noté una luz que brillaba detrás de mí, una luz tan cálida como el sol. Después, solamente sentí un pequeño piquete en el omóplato del lado del brazo que había levantado, además de otro justo en el centro de mi espalda, solo que este dolió más, mucho más.

Se sentía como si taladraran directamente en mi columna. Eso me hizo caer de rodillas al suelo. Miré a mis padres, pero ellos parecían calmados, casi como si no les importara. Al final, solo voltee de nuevo al suelo. El dolor siguió por unos 20 segundos más, aproximadamente, para después desvanecerse.

Albert me ayudó a levantarme y volví la mirada al maestro.

Primero parecía confundido; después, parece que había llegado a una conclusión. Me dio una mirada rápida y después se dirigió a mis padres.

—Muy bien, los resultados son... un portador de un solo espacio, con elemento doble: fuego y tierra. Eso sería todo.

Solo al escuchar la palabra "portador", el rostro expectante de mis padres se convirtió en uno de alegría y emoción. Al parecer, todo ha salido bien, pero había algo que me incomodaba: él dijo que era un portador único, con afinidad al fuego y la tierra, pero, ¿esto no hacía un contraste enorme con lo que aquella figura me había dicho en el sueño?

Pensé en mencionar esto al maestro o a mis padres, pero me contuve. Sentí que no era lo correcto o no era el momento adecuado, así que solo lo mandé a un lugar apartado de mi mente.

—Portador único con afinidad a dos elementos, eso es increíble, Kael. Hijo mío, estoy aún más orgulloso de ti, jejeje. —Dijo mi padre—.

Él me levantó y me lanzó al aire. Ambos, incluso el maestro, sonreían y parecían felices. Eso me hizo feliz también.

—Muy bien, parece que mi trabajo aquí ha terminado. Tengo otros asuntos que atender, así que me retiro.

—Muchas gracias, maestro Aleph. No sabe lo mucho que aprecio la ayuda que nos pudo brindar hoy. Se lo pagaré algún día, le doy mi palabra.

—Jaja, gracias, señor Albert, pero con solo haber hecho mi tarea estoy satisfecho. Aunque si quiere pagarme, ¿qué tal si lleva a Kael a una academia cuando tenga la edad? Sería un gran paso en su desarrollo. Puede que incluso yo lo pueda ayudar., sería un honor.

—El honor sería nuestro, maestro Aleph. Estaría encantado de dejarlo a cargo de usted. He escuchado grandes cosas de su persona.

Él maestro solo sonrió y asintió.

Me miró una última vez.

—Estaré esperando, Kael Drakewill. No me decepciones, jeje.

El maestro se fue diciendo esas palabras. Después de que la puerta del patio se cerró, mis padres me abrazaron.

—Kael, mi pequeño, estoy muy orgullosa de ti. No sabes lo feliz que estoy por ti.

Madre sollozó un rato mientras me seguía abrazando junto con padre. Se calmó un rato después y me soltaron.

—¿Vamos adentro? —Preguntó mi padre—.

—Claro.

Respondí.

Ya dentro de la casa, mi padre se sentó junto a mí en el sofá.

—A partir de ahora, el entrenamiento será un poco más intenso, Kael. Espero que puedas aguantarlo porque no tendré piedad, jajaja.

Dijo mi padre y se echó a reír.

—Jeje, muy bien, esperaré tu entrenamiento, papá.

—Muy bien, fue un largo día, así que bañate y vete a dormir, ¿está bien?

—A la orden.

Dije como si fuera un soldado recibiendo órdenes.

—¡Buenas noches, papá! ¡Mamá!

—¡Buenas noches, hijo!

Dijeron los dos a la vez.

Al entrar al baño, me quité la ropa y me miré en el espejo. Tal vez alguien pensaría que, después de algo como lo de hoy, algo cambiaría, pero parece que no es así. Seguí mirando un rato cuando, al levantar un poco el brazo, noté una mancha extraña, un tono más oscuro que mi piel. Al voltear mi brazo, pude ver una especie de marca o tatuaje que iba desde mi codo hasta mi espalda o más allá, pero no sabría decirlo. Volteé y le di la espalda al espejo, y al verlo, la marca llegaba hasta el centro de mi espalda, donde había sentido el dolor que el lazo del maestro me causó. Parecía una especie de línea o patrón, pero apenas era visible. Me vestí de nuevo y salí rápidamente del baño. Fui con mis padres, que estaban limpiando y lavando los platos de la cena. Cuando estaba detrás de ellos, no sé por qué, pero mi voz salió más fuerte de lo que esperaba, así que los asusté un poco.

Los dos voltearon al mismo tiempo. Hablé yo primero.

—Papá, mamá, algo está mal conmigo, ¡miren!

Me quité la camiseta y les enseñé mi brazo y espalda. Ellos se quedaron paralizados.

Pensé lo peor, pero después solo empezaron a reírse a carcajadas.

—Jajajaja, oh pequeño, me diste un gran susto. No vuelvas a hacer eso, ¿quieres?

—No hay nada malo o defectuoso contigo. Eso de ahí es tu Sendero, algo así como un tatuaje que aparece después de que un maestro te evalúe, cuando descubres tus cualidades o formas un lazo. Todo portador lo tiene, aunque varía según los espacios y los elementos afines. Y por lo que veo hasta ahora, parece que solo traza el único espacio que tienes y el elemento de la tierra, pero no es algo de lo que debas preocuparte, te lo aseguro. Puedo contarte acerca de ello después, si quieres.

Me calmé al escuchar eso. Creí que era una marca de muerte o algo así; eso no hubiera estado bien.

Solté un suspiro antes de decir algo.

—Gracias, papá. Perdón por asustarlos, y sí, me gustaría que pudieras contarme más cuando puedas.

Me despedí de ellos otra vez antes de lavarme e irme a dormir.

Al estar acostado, pensé en todo lo que dijeron padre, madre y el maestro Aleph, pero también en aquella persona. Tenía bastante sueño, así que decidí que sería una pérdida de tiempo seguir con eso. Así que me acomodé y, de un momento a otro, me quedé profundamente dormido.