Charlie cruzó las piernas y se reclinó tranquilamente en su silla. Por su forma de actuar, se notaba que él era el más importante de todas estas personas. Charlie estaba sosteniendo un cigarrillo entre sus dedos con una larga ceniza. Mientras ella lo analizaba, Charlie le dio un suave golpe al cigarrillo y se lo volvió a meter en la boca. Debido al humo que subía, sus ojos se cerraron levemente. Charlie simplemente se veía más maduro y atractivo a la luz. Al terminar de observarlo, Wendy respiró profundamente.
“¿Conoce a Wendy, señor Hong?”, le preguntó sorprendido el gerente.
"Uh", murmuró Charlie con un tono neutro.
Wendy no sabía si lo había dicho a propósito, pero no podía negarlo luego de ver la mirada emocionada del gerente.