Chapter 68 Te llevaré conmigo

Pronto, Charlie estaba de pie frente a ella, pero debido a que Wendy estaba sentada, tuvo que levantar la cabeza para verlo con claridad.

El hombre observó la sala de operaciones, luego se sentó a su lado y una pequeña parte de su brazalete blanco quedó expuesta a sus ojos:

—Charlie, ¿por qué tú...? —Había sorpresa en los ojos de Wendy y lo miró desconcertada.

Entonces sintió calor en el dorso de su mano y escuchó la voz tranquila de Charlie:

—No te preocupes, todo estará bien.

Hace dos días, cuando estaban en el coche, Farr informó a Charlie su horario, y aunque Wendy no había escuchado con atención, recordó que este día lo tenía bastante ocupado. Sin embargo, el hombre había aparecido en el hospital sin avisar...

La chicha bajó la cabeza y miró la gran mano que tomaba la suya. Su mano era muy grande y gruesa, tanto, que podía cubrir casi por completo la de Wendy; además le transfería su calor.