Cuando salieron, el cielo exterior acababa de empezar a caer.
Todavía quedaban dos horas para el vuelo, así que pudieron dar un paseo por la calle peatonal.
Al mediodía, la comisaría llamó a Wendy y le dijeron que habían encontrado su billetera. Todo el efectivo y las tarjetas bancarias que contenía se perdieron, solo quedaron sus certificados. El ladrón debe haberlo tirado a la basura después de llevarse el dinero.
Pero para Wendy, fue bastante afortunado.
Sin embargo, incluso si no encontró los certificados, no estaba preocupada. Charlie estaba a su lado, debía tener una forma de recuperarla.
Su bolso estaba temporalmente cosido y ahora estaba lleno de dinero en efectivo. Wendy sostuvo el fondo de la bolsa con las manos con nerviosismo, por temor a que se cayera el dinero que había dentro.
Charlie insistió en darle el dinero a ella.