Cuando acababa de despertarse, su cerebro estaba un poco embotado, por lo que era un poco insensible.
Emily no supo cuándo se había quedado dormida. Sintió la luz de Calvin respirando en sus pestañas y ojos. La persona se acercó a ella con mucho cuidado. Parecía que tenía miedo de que ella lo viera así cuando despertara.
Ahora Emily lo descubrió. Si quería desabrocharle el cinturón de seguridad, todo lo que tenía que hacer era extender la mano. No había necesidad de inclinarse sobre ella.
Su cara estaba muy cerca de ella. Parecía que sus labios iban a tocar los de ella al segundo siguiente. Lo que la sorprendió aún más fue que captó un toque de afecto en sus tiernos ojos...
Simon dijo que este hombre la amaba. Resultó que tenía razón, ¿no?
Efectivamente, a veces, los hombres podían entender mejor lo que estaba en la mente de otro hombre.
Emily vio la calle vacía sin mucho tráfico. Gradualmente, más y más emociones complicadas inundaron sus ojos.
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