¿Embarazo ectópico?
¿Rotura de trompas?
Emerson se sorprendió por estas palabras clave. Al verla ser empujada a la sala de operaciones con los ojos cerrados, estaba muy triste.
El médico simplemente dijo que si la enviaban más tarde, no se salvaría.
Emerson lo pensó y sintió miedo. Afortunadamente, estaban desayunando cerca del hospital. De lo contrario, las consecuencias serían inimaginables. Todavía era tan joven y tan hermosa, como un capullo de flor que aún no había florecido. ¿Cómo podría marchitarse?
Definitivamente no había manera de salvar al niño.
Cuando se despertara y descubriera que su hijo se había ido, estaría muy triste. Emerson no podía soportar ver eso.
Anthea se despertó esa noche.
Después de la operación, ella había estado dormida durante mucho tiempo. Estaba acostada en la cama con una gran bata de hospital. Su rostro estaba pálido y débil, pero aún hermoso.
Era como una flor de durazno a punto de marchitarse, con la belleza del deterioro.