El marido de Vivianna se casó con ella por su herencia, y después de quitarle todo lo que tenía, la mandó a la cama de un acompañante y le tomó fotos. La amenazó con divorciarse con esas fotos y la obligó a salir de su casa sin un centavo.
Dejó su país de origen en desgracia.
Cuatro años más tarde, regresó a casa como Jefa de Diseño de Joyas y tuvo un hijo de tres años.
Su niño genio le dijo después de bajarse del avión: "¡Conseguiré que el hombre más rico del mundo sea mi papá y te respalde!"
Ella lo tomó como una broma, pero dos días después, su asistente le dijo que el hombre más poderoso del mundo se había robado a su hijo y la invitó a cenar.
Al encontrarse, ese hombre sostuvo a su hijito y le dijo dominantemente: "Es mi hijo!".

Extraño, cásate con mi mamá

Cuando Vivianna volvió a su oficina, escuchó su teléfono sonar. "¡Hola!".


"Mi guardaespaldas te recogerá. Trae a Zeph a casa. Esta noche llegaré tarde". Augustine era quien estaba al otro lado de la línea.


Ella comenzó a empacar sus borradores para poder llevárselos a casa, pues quería seguir trabajando. Se llevó una bolsa llena de estos. Una vez afuera, vio que el auto y el guardaespaldas ya la estaban esperando.


Al verla, el hombre salió del auto y le abrió la puerta respetuosamente. Vivianna se sintió halagada y le sonrió. "Gracias".


Cuando llegaron a la escuela, Zeph ya estaba esperándolos. Lo primero que preguntó cuando vio a su madre fue: "¿Dónde está papá?".


"Está ocupado, por eso no pudo venir", explicó la mujer.


Luego de eso, Vivianna llevó a su hijo al centro comercial para comer y volvieron a casa.


Tan pronto como llegaron, ella comenzó a preparar la cena. Por un momento se preguntó si Augustine llegaría a tiempo para cenar.


Chapter 73 La familia Giltstone