El marido de Vivianna se casó con ella por su herencia, y después de quitarle todo lo que tenía, la mandó a la cama de un acompañante y le tomó fotos. La amenazó con divorciarse con esas fotos y la obligó a salir de su casa sin un centavo.
Dejó su país de origen en desgracia.
Cuatro años más tarde, regresó a casa como Jefa de Diseño de Joyas y tuvo un hijo de tres años.
Su niño genio le dijo después de bajarse del avión: "¡Conseguiré que el hombre más rico del mundo sea mi papá y te respalde!"
Ella lo tomó como una broma, pero dos días después, su asistente le dijo que el hombre más poderoso del mundo se había robado a su hijo y la invitó a cenar.
Al encontrarse, ese hombre sostuvo a su hijito y le dijo dominantemente: "Es mi hijo!".

Extraño, cásate con mi mamá

Desde el punto de vista de Xenophilius, el rostro delicado y limpio de Vivianna exudaba una belleza impresionante, por lo que se quedó mirándola. En realidad, él estaba atónito, y no pudo reaccionar durante algunos segundos.


Otra cosa que lo sorprendió fue percatarse de cuánto había cambiado, ya que, durante su matrimonio, cuatro años atrás, ella era una persona tranquila y reservada que temblaba por cualquier cosa. Aunque su voz seguía siendo la de una persona tímida, ahora ella se mantenía serena, incluso frente a toda esa gente. Además, su sonrisa desprendía una belleza natural que lo tenía maravillado.


"¿La señora Lambert no será lo suficientemente generosa como para permitirme decir algunas palabras?", preguntó la chica con una sonrisa genuina.


Jessamyn agarró el micrófono con fuerza, mientras los invitados la observaban con detenimiento. Estaba en un dilema, pues no sabía si debía pasarle el micrófono o no.


Chapter 86 Una aparición repentina