"¿Que qué hice? ¡Nada!".
"Entonces, ¿por qué Augustine quiere verte?".
"¿Augustine?". Los ojos de Queenie se abrieron de par en par. "¿Quiere verme?".
"Pidió que fueras a su oficina a las tres de la tarde. Trajo a una amiga llamada Yuna".
"¿Yuna? Ella salió del país anoche".
"¿Tú has salido del país? ¿A dónde fuiste y qué hiciste?".
"Algo salió mal con su nariz y fue a arreglarlo. Hermano, ¿acabas de decir que Augustine me está buscando? ¿Es en serio?". La mujer estaba muy emocionada.
"¿Estás segura de que no hiciste nada para provocar a la familia Giltstone?", le preguntó Xenophilius de nuevo. Seguía sin entender por qué ese hombre quería ver a su hermana. Además, la forma en la que lo había pedido parecía amenazadora.
"¡No! Hermano, es a las tres de la tarde, ¿verdad? No te preocupes, iré a verlo tan pronto como pueda. ¿Crees que se haya enamorado de mí?". Queenie creyó que la suerte estaba de su lado.