Chapter 121 "¿No te vas a quedar a cuidarme?"

Después de conducir más de media hora, finalmente llegaron al estacionamiento que estaba frente al apartamento. Vivianna apagó el auto y volteó a ver al hombre que permanecía dormido y con dolor de cabeza. Sin embargo, no sabía si debía o no despertarlo.

No obstante, no era una buena idea quedarse en el auto en esa posición. ¡No podría permanecer así toda la noche! Por ende, tarde o temprano tendría que despertarlo.

Vivianna se bajó primero y luego abrió la puerta del copiloto, y llamó a Augustine en voz baja: "Oye, despierta. Ya llegamos a la casa".

El joven abrió los ojos brillantes como el mar, la vio y luego recorrió todo el lugar con la mirada. Se agarró la cabeza para salir del auto, pero como Vivianna no lo ayudó a terminar de incorporarse, de pronto su espigada figura se tambaleó.