Chapter 144 ¡Deberíamos hacer un trato!

"Te viniste tú solo".

"¿Y mi mami? ¿También se vino sola a tu habitación?"

Augustine no quería herir los sentimientos de su hijo. Si le decía que la noche anterior sólo había abrazado a su mamá y no a él, el chico se iba a sentir muy mal. Por eso, le dijo preocupado: "Fui yo quien te llevó".

"¡Papá, te amo mucho!", exclamó el pequeño, con cara de admiración.

Vivianna se fue a su habitación a asearse y cuando vio el reloj, era casi las ocho. Por eso le dijo a Agustín: "Si no dormiste bien anoche, yo puedo llevar al niño a la escuela".

Augustine la vio con una mirada un poco intensa e indescriptible.

La joven no pudo evitar inclinar la cabeza. Aún sentía el aliento cálido de aquel hombre, capaz de quemar a una persona por completo.

Quizá el hecho de que ella no lo rechazara la noche anterior y la piel curtida de aquel hombre habían hecho que los sentimientos entre ellos creciera a pasos agigantados.