Regina descendió del avión y se quedó mirando aquella importante base militar del país. Su mirada traslucía expectativa y en su rostro se advertía la delicadeza femenina. Parecía estar aguardando algo.
Ella no esperaba que aquella oportunidad laboral implicara un viaje a la base Trueness. Pronto, ella lo conocería.
Estaban tan ocupados que incluso creaban dobles; solo se veían ocasionalmente. Ahora, finalmente se encontrarían.
Margaret tomó la bolsa de la computadora y el maletín de ella y caminó a su lado. También le sorprendía el edificio cercano, que parecía estar agazapado en la oscuridad. En aquella enorme pista, filas de combatientes se detuvieron. Margaret exclamó en secreto que aquel lugar era el legendario cuartel general de la Región Militar Central.
Se puso tensa. Aunque no sabía dónde se encontraba, no quería defraudar a quienes le habían confiado aquella misión. Debía cumplirla gloriosamente.