Para Margaret, aquella sería una tarde que no olvidaría por el resto de su vida.
Tras regresar a la base, partiría al día siguiente.
Ella quería regresar porque ansiaba volver a ver a Zeph, a su hermano mayor y a Vivianna. Para Margaret, Vivianna ya era su cuñada.
A la mañana siguiente.
Fletcher envió personalmente a Margaret al aeropuerto.
Margaret podría haber regresado sola, pero Fletcher estaba preocupado por ella, así que decidió acompañarla.
Por la tarde arribaron al aeropuerto internacional, situado en el casco urbano. Fletcher reservó un avión privado para volver. Sin embargo, en el aeropuerto, Margaret de repente se resistía a partir. Ella quería quedarse un día más, pero él todavía tenía que atender muchos asuntos de la base, por lo que le resultaría imposible acompañarla si se quedaba.
"¿Realmente tengo que volver hoy?" la chica lo miró. Su renuencia a regresar era evidente en su expresión.