Temprano en la mañana.
Vivianna y su abogado llegaron juntos al tribunal. Los dos abogados también habían hecho muchos preparativos. Le aseguraron a Vivianna que harían que Henry fuera condenado por sus crímenes.
Henry también compareció. Después de tres días de intermedio, le dio al abogado muchas pruebas de que estuvo ausente de la escena en el pasado, entre ellas la prueba de que se hallaba en el extranjero. Todo esto podría usarse como evidencia para refutar con firmeza las acusaciones.
Vivianna miraba fijamente a Henry. Él había matado a su padre y jamás se reconciliaría con él. Sin embargo, Henry miraba a todos con desdén e incluso mostraba la actitud arrogante propia de una persona de alto rango. Era como si quisiera que su actitud le indicara a Vivianna que definitivamente le absolverían.
Vivianna apretó los dientes y soportó aquello con estoicismo. Ella pensó que el mejor castigo para Henry sería hacer que pasara el resto de su vida en prisión.