"¿Qué clase de mujer?"
"Me convertiste en la persona detestable que interfiere en una relación", gritó Margaret, enojada.
Fletcher rio en voz baja y dijo: "¿De qué estás hablando?"
"¿Acaso no es así? Tú y Regina estaban saliendo..." Margaret era incapaz de contener su ira. Ella pensaba que él era un odioso bastardo.
Ese era precisamente el asunto que Fletcher ansiaba discutir con ella. Él la agarró del brazo y le dijo: "Siéntate y escúchame".
Él la llevó hacia el sofá y ella se sentó. Su hermoso rostro aún tenía una expresión hosca. Miró al hombre que estaba frente a ella, dispuesta a escuchar su versión de la situación.
"Antes que nada, quiero que sepas que no he tenido contacto alguno con Regina. La última vez me preguntaste por teléfono, muy enojada, si me gustaba. Te mentí", declaró Fletcher con seriedad.
Al ver que ahora ella estaba confundida, se sintió muy incómodo.
Margaret lo miró, perpleja, y le dijo: "¿Me mentiste? ¿Por qué lo hiciste?"