Al medio día del siguiente día, Vivianna recibió una llamada de Henry, quien había llegado. Por teléfono, le dijo que estaba listo para establecerse en el país y buscar a su futura pareja por más tiempo. Esta vez, había aplicado por una visa de un año, pues Vivianna le había aconsejado que primero se estableciera para luego encontrarse.
Henry estuvo de acuerdo con eso. Luego de haber aprendido la lección, ya no quería tener ningún sentimiento indebido en su corazón. Antes de que su abuelo muriera, su último deseo fue que encontrara a Luciana.
Aunque Henry nunca olvidaría sus momentos felices al lado de Vivianna, sin importar qué, debía cumplir su promesa. Solo podía dejar el pasado atrás y enfocarse en buscar a la joven. No quería hacer ninguna suposición.
Sin embargo, esperaba poder usar el poder de Augustine para tener una posibilidad de encontrarla.