¿Cómo podrían sus hombres no ocuparse de los asuntos que su jefe les había encomendado hacer lo más rápido posible? Quizás no querían vivir más, pensó.
Además, de que también se ordenó comprobar el tono de Henry; por lo que aquellos que habían apoyado a Luciana con su identidad no se atrevieron a menospreciarle siquiera una vez más. De hecho, a la mañana siguiente, los mismos habrían venido especialmente del gobierno nacional para entregar los documentos solicitados, así como el certificado de la fémina que la acreditaba como miembro de la familia. Sin embargo, habían preservado su nombre.
Así pues, ello fue suficiente para permitir que se le abriese un pasaje verde. Lu ahora era un ciudadana legal de aquel lugar. Además, de que dicha filiación estaba impresa con el sello de los Cleveland; aún cuando no se hallaba a simple vista.