"¿Por qué tienes tanta prisa? El señor Presidente es un hombre muy ocupado y debe atender una gran cantidad de asuntos de carácter político, de modo que es natural que llegue tarde", explicó el General Pei. Luego, este llevó a Amanda ante un hombre de avanzada edad, el cual tenía una barba blanca. Aquel hombre era el patriarca de una prestigiosa familia que gozaba de gran influencia en el ámbito político; sus dos hijos eran destacadas personalidades del país y constituían los pilares fundamentales de la oficina del presidente, el cual les confiaba la gestión de asuntos de trascendental importancia.
"Hermano Litchi, sin duda tu cuerpo es mucho más fuerte que el mío".
"Te equivocas; solo soy unos cuantos años mayor que tú", repuso el viejo amo Litchi con una risa amable. Él era mayor que el viejo amo Pei; ya tenía noventa años de edad y era un peso pesado a nivel mundial.