El marido de Vivianna se casó con ella por su herencia, y después de quitarle todo lo que tenía, la mandó a la cama de un acompañante y le tomó fotos. La amenazó con divorciarse con esas fotos y la obligó a salir de su casa sin un centavo.
Dejó su país de origen en desgracia.
Cuatro años más tarde, regresó a casa como Jefa de Diseño de Joyas y tuvo un hijo de tres años.
Su niño genio le dijo después de bajarse del avión: "¡Conseguiré que el hombre más rico del mundo sea mi papá y te respalde!"
Ella lo tomó como una broma, pero dos días después, su asistente le dijo que el hombre más poderoso del mundo se había robado a su hijo y la invitó a cenar.
Al encontrarse, ese hombre sostuvo a su hijito y le dijo dominantemente: "Es mi hijo!".

Extraño, cásate con mi mamá

Luciana miró a Henry, quien estaba en pie bajo el umbral de la puerta. Se sintió un poco molesta y dijo: "Si tu intención es ver a Abigail, te aviso que no está aquí".


Después de eso, tomó la manija de la puerta para cerrarla. Al ver eso, Henry bloqueó la puerta de inmediato con una mano. "No la busco a ella, te busco a ti".


Los vellos de la espalda de la mujer se erizaron cuando escuchó eso. ¿Qué era lo que quería hacerle? ¿Acaso pretendía hacerle algo malo aprovechando que no había nadie? Se puso en guardia y preguntó: "¿Qué es lo que quieres?"


Él mordió sus finos labios. Entonces, tomó el collar de su cuello y se lo enseñó. "Tengo un dije de media luna como el tuyo. Nuestros dijes forman uno solo".


Los ojos de Luciana se abrieron ligeramente en cuanto vieron el dije de jade en su mano. Lucía muy parecido al que tenía en el cuello. Se quedó anonadada por unos cuantos segundos antes de arquear sus hermosas cejas y preguntar: "¿Qué es lo que quieres exactamente?"


Chapter 561 Una verdad dolorosa