"Sí, en ese tiempo tenías 8 años. Te quedaste con tu mascota y no querías dejarla ir. Lo único que pudo hacer tu padre fue encerrarte en tu cuarto y pedirle a alguien que llevara a tu perro para enterrarlo. Cuando corriste tras él, sentí mucho miedo de que te pusieras en peligro".
"Sí, aún lo recuerdo".
"Farid, eres alguien que valora la amistad y la lealtad. Yulia se fue muy pronto esta vez. Estoy muy preocupada por ti", dijo la mujer mirando a su hijo.
El presidente se sintió muy culpable cuando vio a su madre. Sin notarlo, las cejas de su madre se habían vuelto cada vez más blancas por el clima y la edad. Ahora ya tenía 60 años. La mayoría de personas a esa edad tenían muchos hijos y nietos rodeándolos. No obstante, él no había logrado cumplirle el sueño a su madre de convertirse en abuela. Realmente lo sentía por ella.
"Tranquila. Cuida de ti misma. Yo estoy bien".