Farid tomó el celular y llamó a su primo Enrique.
"Hola, hermano. Qué tal", habló una encantadora y clara voz desde el otro lado de la línea.
"Enrique, ¿recuerdas la última vez que me dijiste que la novia de un amigo tuyo se unió al equipo de la guardia real? ¿Cómo se llamaba tu amigo?"
"Oh, Richard Miller. ¿Por qué? ¿Su novia de verdad se unió al equipo de la guardia real?"
"¿Cómo es ella?"
"Espera, tengo una foto. Ahora te la mando. Hermano, tienes que evitar que se una al peligro. Eres responsable de su vida", se quejó Enrique. Se notaba que había encendido el altavoz de su celular para ponerse a buscar la foto.
No mucho después, llegó una foto al celular del presidente. Ahí, Ángeles aparecía en un restaurante teniendo una cena romántica. Comía grácilmente de su plato y, por el ángulo de la foto, el que se la había tomado estaba frente a ella.
"Ella es su novia. Puedes comprobarlo", dijo. En realidad, sí estaba preocupado por su seguridad.