Chapter 743 No te vayas, por favor

Acostada en la cama, Alicia se sintió mucho más cómoda. Enrique estaba empacando su botiquín cuando, de repente, ella dijo: "Enrique, tengo una habitación de huéspedes aquí. ¿Puedes quedarte aquí esta noche?"

"¡Bueno!", respondió él.

Alicia frunció los labios y, sonriente, repuso: "¡Gracias! Es muy tarde y yo no he dejado de molestarte".

"¡No es ninguna molestia! Al fin y al cabo soy médico y es mi deber cuidar al paciente". Enrique sonrió ligeramente y le dijo: "¡Vete a dormir! Me quedaré aquí y esperaré a que te recuperes de la fiebre".

"Eres un hombre muy amable, Enrique", lo elogió ella. Aunque él era joven, le infundía una sensación de seguridad indescriptible.

Cuando él escuchó tal elogio, lo aceptó y comentó: "Siempre he sido el más paciente de los hombres cuando cuido de mis pacientes".

Alicia notó la distancia en su voz. No pudo evitar pensar en la joven y hermosa doctora que hoy había hablado y reído con él. ¿Él y la doctora se admiraban mutuamente?