A Alicia le acababan de tomar una radiografía y ahora estaba sentada en una silla. Le pidió al médico que examinara la hinchazón de su pie. De repente, alguien abrió la puerta y entró. Alicia inicialmente pensó que era una enfermera que traía el medicamento y un vendaje. Sin embargo, luego vio que se trataba de Enrique, que entraba muy agitado.
Ella se quedó atónita durante unos segundos, pero luego lo saludó con naturalidad y le preguntó: "Enrique, ¿por qué estás aquí?"
Este inmediatamente caminó hacia ella, se agachó y revisó su pie. Levantó la vista y preguntó seriamente: "¿Qué te pasó en el pie? ¿Cómo te lastimaste?"
Alicia no esperaba que él se preocupara tanto por su lesión, por lo que estaba muy relajada. "Me caí y me torcí el tobillo mientras jugaba. No es nada grave", explicó.
El médico que estaba a su lado también asintió y explicó: "No sufrió una fractura; es solo una lesión menor. Es necesario aplicar un poco de medicamento y un vendaje durante dos días".