Aunque la familia Giltstone no entendió bien lo que le había pasado, ella no dio explicaciones. Asintió y dijo: "Está bien, lo vigilaré".
He Lingchu la miró con los ojos entrecerrados, con la parte superior del cuerpo al descubierto. El médico le había cortado la camisa y la parte superior del cuerpo estaba envuelta en gasa. Su cuerpo perfecto no se había visto afectado por las heridas.
Los ocho músculos abdominales estaban llenos de fuerza y belleza. Incluso las enfermeras los miraron en secreto muchas veces. El médico iba a darle una bata de hospital, pero a He Lingchu no le gustó.
Entonces salió de la enfermería desnudo.
Gong Yuning extendió la mano para ayudarlo. Lo que sostenía con su mano no era su brazo vestido, sino los músculos reales y fuertes de su brazo. De repente, sus pieles se tocaron y la temperatura era real.
La familia Giltstone estaba un poco avergonzada, pero no se dejó ir.
—Estoy bien. No necesito tu ayuda. —He Lingchu apartó su mano.