Al ver que él se esforzaba tanto por luchar por su futuro, sintió una dulzura en el corazón. En ese momento, alguien llamó a la puerta.
Feng Yeming se levantó y caminó hacia la puerta. Cuando la abrió, vio a Yang Shen de pie en la puerta. Cuando vio que Ye Yanxi también estaba allí, no pudo evitar cambiar su expresión. "¿Qué pasa?", preguntó Feng Yeming con calma.
"Feng Yeming, vayamos al campo de deportes y sigamos a los nuevos reclutas para correr y entrenar", ordenó Yang Shen en voz alta, como si lo tratara como a un nuevo recluta.
Ye Yanxi se quedó atónita. Se puso de pie y preguntó: "Ah Shen, ¿necesita este tipo de entrenamiento?"
En los ojos de Yang Shen había una luz irresistible. "Yan Xi, no importa quién fuera antes, ahora, solo está aquí como recluta, y todo el entrenamiento no debe faltar". Después de eso, Yang Shen la miró y dijo: "Yan Xi, deberías venir aquí menos en el futuro, eso no está en línea con tu identidad".