Esta era la única forma en que podía coquetear con él además de delante de su familia.
Feng Yeming inmediatamente extendió la mano y le dio unas palmaditas, tratando de complacerla. "Bueno, no te enojes. Simplemente no quiero que estés en peligro".
Ye Yanxi no pudo evitar mirarlo fijamente. "¿Y tú qué? ¿No te preocupa estar en peligro?"
"Tienes que creer en mi fuerza". Los labios de Feng Yeming se curvaron en una sonrisa para animar la atmósfera.
Ye Yanxi se mordió los labios rojos, miró hacia adelante y expresó directamente sus pensamientos: "Si quieres que te espere, ¿por qué no me dejas luchar codo a codo contigo? De esta manera, estaré más segura".
Feng Yeming la miró con angustia. Si no estuviera en el auto, él querría tenerla en sus brazos. "¡Espera las noticias! De todos modos, no quiero inmutarme. Quiero estar contigo". Había un rastro de firmeza en los ojos de Ye Yanxi.