Capítulo 24 La Novia y la Ex

La cara de Violeta se crispó. Hizo un intento inútil de agarrar el teléfono.

La chica hizo zoom obedientemente. Sus ojos se abrieron de par en par. —¡Hay una M! —soltó—. ¡Pequeña, pero está ahí!

Una ola de murmullos recorrió la multitud.

—Esa es la firma del diseñador, ¿verdad? ¿La M? —susurró alguien, lo suficientemente alto como para no ser un susurro.

—Dice M. ¡Maldita sea, realmente es un diseño de Mirabelle!

La cara de Violeta pasó de pálida como un fantasma a roja como una langosta en dos segundos. Arrebató su teléfono y aplastó el botón de encendido como si intentara asesinarlo.

Demasiado tarde. Los susurros ya se estaban convirtiendo en risas abiertas. Del tipo que muerde.

—Si vas a robar —dije dulcemente—, al menos hazlo bien.

Di dos pasos lentos hacia adelante, deteniéndome justo antes de invadir su espacio personal, y le di a su collar una mirada evaluadora.