Capítulo 90 Ahogándose

Entré en su espacio.

—¿Ah, sí? ¿Qué, ahora me vas a amenazar? Vamos, Isobel. Estamos en 2025, no en el Oeste Salvaje. ¿Cuál es el plan—liquidarme? ¿Crees que tu preciosa familia todavía va a limpiar tu desastre? ¿Todavía te van a sacar del apuro después de todo lo que has hecho?

Su cara se puso roja intensa, su respiración entrecortada como si estuviera a segundos de reventar un vaso sanguíneo.

—¡No me hables así! —siseó, su voz elevada atrayendo la atención.

Miró alrededor, repentinamente cohibida, y bajó el tono.

—Bien. ¿Cuánto necesitarías?

—Te lo dije, no quiero dinero. Quiero que vayas a la policía y confieses. Admite lo que hiciste.

—No va a suceder.

—Entonces hemos terminado.

Me di la vuelta y me alejé.

No es como si pudiera conjurar un saco, tirárselo por encima de la cabeza, y retomar donde lo dejamos en la secundaria con una buena paliza.

Aparte de eso, había terminado.

Ella se apresuró tras de mí.

—¡Espera!

Su mano se aferró a mi brazo.