Capítulo 147 Cena con Cliente

—No estoy mintiendo —sacudió la cabeza con tanta fuerza que sus pendientes le golpearon el cuello—. Salimos, ¿qué, tres meses? Si actúo como si fuera el amor de mi vida, eso sería patético. No soy esa chica.

Se puso de pie de un salto y escaneó la habitación como si estuviera lista para voltear una mesa.

—Voy a construir mi marca y hacer una fortuna sangrienta. Los hombres son distracciones. Ya lo superé. Ese colapso fue temporal, Mira, te lo juro, ahora estoy bien.

Exhalé por la nariz. —Él nunca te mereció.

Me picaban las palmas. —No deberías haberlo dejado marcharse así. Deberías haberme llamado. Me habría asegurado de que no pudiera sentarse durante una semana. No tiene derecho a tratarte así.