CAPÍTULO 24

En ese momento bajó la mirada por un instante, apretando los labios, con el corazón acelerado. Luego, lentamente, volvió a mirar hacia arriba.

—Y ahora...

Hizo una pausa, su pecho subiendo y bajando rápidamente como si se estuviera ahogando con la verdad que no sabía cómo decir.

—...todos me miran como si yo fuera el culpable.

Tragó saliva con dificultad.

—No sé qué hizo ninguno de ustedes. No sé de qué persona están hablando. No sé quién es ella, no sé qué significa para el Víctor. Estoy tan perdido como todos ustedes.

Se recostó contra la silla, con los ojos cargados de confusión y dolor, su voz ahora no más que un susurro.

—Lo juro... no conozco a la persona que están buscando.

En ese momento, al escuchar lo que James acababa de decir, la tensión en la habitación explotó como un petardo.

Uno de los hombres golpeó con fuerza la mesa, el fuerte estruendo resonando por las paredes, sobresaltando incluso a James.