Capítulo 23 Él se inclinó, acomodándose a ella

James Thompson era bastante alto, aproximadamente 189 cm.

Julia Land medía 170 cm.

Ella extendió sus manos, se puso de puntillas y rodeó su cuello con sus delicados brazos.

James Thompson arqueó una ceja. Verla de puntillas debió parecerle un poco lastimoso.

Se inclinó para acomodarla.

Su mirada profunda se encontró con los ojos de ella.

—Sr. Thompson, ¿quiere ser mi amante secreto? ¿Mi Hermano Cariño?

Su aliento estaba cerca de él, sus labios rojos sin llegar a tocarlo realmente.

Su coqueteo tenía un poco de distancia.

Sus ojos eran afectuosos y suaves.

Su voz era suave.

James Thompson se rio.

Solo ella se atrevía a coquetear con él y luego intentar retractarse.

El hombre la inmovilizó contra la pared, sus manos sujetando sus muñecas, un aliento frío abrumándola.

La tenue luz amarilla de arriba la hizo entrecerrar los ojos.

Ella inclinó la cabeza hacia atrás.

Sus ojos rasgados se aferraron firmemente a la toalla de él.

—Llámame Hermano Cariño otra vez, ¿hmm?