Julia Land esperó unos segundos antes de recibir la respuesta de Noah Quarter.
—¿Dónde cenaremos?
El hombre la miró con ojos extraños.
Parecía como si estuviera conteniendo algo.
Sin embargo, Julia no profundizó más, porque no era importante.
Al escuchar su respuesta, ella mostró una dulce sonrisa.
Los labios de la mujer estaban pintados con un brillante lápiz labial, y su sonrisa hacía que sus labios rojos se vieran más carnosos.
Sus mejillas estaban teñidas con un ligero rubor.
La expresión de Noah cambió mientras apartaba la mirada, solo él sabía que hubo un momento de movimiento dentro de él.
Solo por un instante.
Cuando Julia tuvo su accidente automovilístico, él parecía estar muy angustiado, pero pensó que podría ser simplemente porque habían estado juntos durante cuatro años.
Era solo costumbre.
Noah caminó adelante con pasos más largos.
Julia, con sus tacones altos, encontraba difícil seguir el ritmo de pasos tan grandes, así que lo siguió un poco sin aliento.