Arabella Shaw tomó un baño y luego fue al estudio para encontrar a Noah Quarter.
Solo había una lámpara encendida en el estudio.
Noah no estaba trabajando.
Simplemente estaba reclinado en su silla, con los ojos cerrados, descansando.
Arabella entró y le dijo que las invitaciones para la fiesta de compromiso habían sido enviadas.
Su sonrisa era increíblemente dulce.
—Mm —Noah abrió los ojos y esbozó una leve sonrisa—. Gracias por tu arduo trabajo.
El tono de Arabella era ligero:
—No es nada difícil, estoy muy feliz.
¡Pronto sería la Sra. Quarter!
Noah la miró, sus ojos estrechos ligeramente entrecerrados:
—Mientras estés feliz. ¿Has ido a ver a nuestra hija esta noche? No he visitado a la pequeña Bella desde hace muchos días.
Su pregunta estaba cargada de significado.
Arabella se rió:
—Iré a ver a la pequeña Bella mañana por la mañana; de todos modos, está durmiendo a esta hora.