Jardines Vista Imperial.
En lo profundo de la noche cuando todo estaba en silencio,
el dormitorio principal de los dueños, hombre y mujer, estaba brillantemente iluminado.
Noah Quarter resistió el impulso de echar a alguien de la cama. Frunció el ceño y dijo fríamente:
—Quítate de encima.
—No lo haré.
Arabella Shaw aprovechó el momento en que Noah Quarter se quedó dormido para quitarse el camisón y subirse encima de él.
—Déjame intentarlo. Si realmente no funciona, podemos ir al hospital. Seguro que te recuperarás.
Ambos eran inflexibles, discutiendo entre sí.
Noah Quarter solo sentía un dolor sordo en su cabeza; era un hombre normal, no realmente impotente.
Era irritante tener a alguien frotándose contra él de esta manera.
Podía controlarse a sí mismo, pero no sus respuestas fisiológicas.
Justo cuando Arabella estaba a punto de tener éxito, Noah Quarter la levantó y la inmovilizó sobre la cama.
Su mirada se posó en el rostro de Arabella.
Enfatizando su tono, dijo: