La noche era profunda y silenciosa.
Julia Land ya se había quedado dormida.
Parecía estar teniendo un sueño agradable, con la frente relajada.
James Thompson estaba de pie frente a su cama de hospital.
Extendió su mano y colocó su palma sobre el vientre de ella bajo la manta.
Dentro había un niño, un hijo de ese hombre, James Thompson.
En unos meses, cuando llegara el momento, él personalmente la abriría.
Para sacar al niño.
Criaría al hijo de James Thompson hasta la edad adulta con gran cuidado.
El hombre con un rostro que ahora suplantaba el de James Thompson llevaba una sonrisa tan suave como el jade.
La mujer era inteligente; al ver a James Thompson vivo y de regreso, no se alegró demasiado, sino que sospechó.
Era verdaderamente divertido.
En cuanto a los gemelos en Ciudad Capital, se ocuparía de ellos cuando fuera allí.
Julia Land se despertó en medio de la noche sintiendo calor, pateó la manta, exponiendo una pierna.