¿Inocente?

En la Residencia Blackwood,

Eran las siete y media de la tarde cuando Mike Wilson condujo el coche hacia la lujosa y bien protegida zona residencial de Velmora. El hombre detrás del volante parecía tranquilo, casi indiferente, como si la urgencia de la situación no le hubiera golpeado en el estómago.

El coche se detuvo suavemente frente a las imponentes puertas. Una criada lo guió a través del patio hasta la terraza, donde Enrique y Margaret estaban relajándose bajo las suaves luces de la noche.

Dentro, Charles Laurent notó la llegada de Mike e instintivamente se dirigió a la terraza. Si Mike Wilson estaba visitando a esta hora, algo tenía que estar mal. Estaba preocupado por Aveline.

—Presidente Laurent —saludó Mike a Enrique con respeto e hizo un gesto cortés hacia Margaret.

—Mike... —Enrique señaló la silla frente a él. La visita no era una sorpresa. Mike había llamado con antelación.