Aveline entró en el comedor inquietantemente silencioso. Los tres resistieron la tentación de volverse hacia ella, pero ella sabía lo que le esperaba.
No podía mentir y romperles el corazón más tarde. Pero revelar todo iniciaría la temida batalla entre Damien y la familia Laurent.
Sí, su familia era poderosa y tenían muchos recursos, pero Damien era cruel. Si pudo planear el accidente de Scarlett mientras la envenenaba lentamente, no lo pensaría dos veces antes de lastimar a sus padres o a su hermano.
Más que perder el legado de los Laurents o su estilo de vida, no podría soportarlo si Damien les hacía daño. Preferiría morir sola que arrastrarlos a esto. Preferiría arrojarle ese pedazo de tierra a la cara que arriesgar su seguridad.
Pero no era tan fácil.
Ninguna cantidad de guardaespaldas o casas de seguridad los mantendría a salvo si Damien se proponía destruirlos. Vivirían cada día con temor. Aveline no quería esa vida.