La bofetada fue fuerte y contundente, definitivamente no propinada por Zhou Yuping, sino más bien por la poderosa palmada de Chen Bin.
Desde el principio, Zhou Yuping tenía la intención de dejar que Chen Bin satisficiera sus deseos con su hija, por eso organizó este escenario.
Tan pronto como Cheng Ying se desnudó y se arrodilló en el suelo, Zhou Yuping tocó ligeramente el brazo de Chen Bin, indicándole que diera una fuerte palmada.
Chen Bin levantó la delgada manta y vio, efectivamente, las nalgas redondas y firmes de Cheng Ying.
Su bosque era denso, revelando vagamente el palpitante punto escénico, pero el paisaje de categoría 5A estaba cerrado, impidiendo una vista clara.
A estas alturas, Chen Bin ya no tenía miedo, habiendo presenciado de primera mano el poder de Zhou Yuping, que aterrorizó lo suficiente a Cheng Ying como para no atreverse a pronunciar una palabra de protesta.
Así que levantó la mano en el aire y luego la bajó con fuerza!