Capítulo 68 Vergüenza e Indignación

—Date prisa, ¿has terminado de lavar? —la voz de Chen An se volvió pesada y ronca; casi había llegado al límite de su paciencia. Presionó con fuerza a Li Lingling, obligándola a estar debajo de él. Pero los movimientos de Li Lingling debajo de él eran cualquier cosa menos ágiles, tomando mucho más tiempo del necesario.

Li Lingling no respondió; después de acostumbrarse por un tiempo, ya no sentía la incomodidad inicial. Pensar en esa cosa ardiente y enorme a punto de entrar en su cuerpo la excitaba, y Li Lingling comenzó a tomárselo en serio, lavando cuidadosamente a Chen An.

Chen An no podía soportar más las provocaciones de Li Lingling. Extendió sus manos ásperas y de repente agarró los montículos firmes y suaves frente al pecho de Li Lingling, sintiendo su piel suave y femenina.