Capítulo 150 A la deriva hacia la inmortalidad

—Está bien, entiendo, cariño. ¿Serás más rudo y brutal conmigo después, de acuerdo? —Su Meng ahora parecía como si hubiera sido demasiado jugueteada, entregándose al deseo carnal, sus exuberantes caderas meciéndose ligeramente, pero Chen An sentía que ella principalmente estaba siendo coqueta.

El aspecto arruinado de Su Meng que Chen An no había anticipado despertó en él una sensación novedosa y estimulante que nunca antes había sentido. El impulso en su parte inferior se hizo más fuerte, y su anhelo por Su Meng se intensificó.

En esta etapa, cuando los deseos de ambos estaban escalando, el anhelo de Su Meng se volvió aún más ferviente. Mientras se levantaba lentamente de la cama, fluidos pegajosos de amor goteaban desde las profundidades de su cuerpo, cayendo al suelo.