POV del Autor
—¡No! Ellos... ellos me matarán... ¡Ella me matará! —Su voz se quebró, y sus palabras estaban entrecortadas por los sollozos.
Sonaba como una niña asustada, impotente y perdida
Asher no dudó. La atrajo hacia su pecho y la abrazó con fuerza, una mano en la parte posterior de su cabeza, la otra alrededor de su espalda, acariciándola suavemente,
—Estoy aquí —susurró con voz temblorosa—. Sera, estoy justo aquí. Nada te va a pasar. Te lo prometo. No dejaré que nadie te haga daño de nuevo.
Pero ella no podía escucharlo en ese momento. Ya no estaba en el coche. Estaba de vuelta en ese infierno una vez más.
Y todo lo que Lucien podía hacer era observar cómo su trauma se desplegaba como una herida sangrante frente a ellos. Apretó los puños ante lo impotente que se sentía y no podía hacer nada por ella.
¿Quién demonios la había roto de esta manera?
Y más importante aún, ¿quién era ella que Sera había mencionado?
La mente de Asher daba vueltas.